Gay Mercader, una vida de música contada en carteles

DIEGO G. MORENO

  • Vudumedia y Satélite K editan 'Tour Posters 1971/2017', un libro que incluye 550 carteles de conciertos que ha organizado este promotor.
  • "Para bien o para mal, soy el responsable de que se haya creado una industria musical en España", apunta Mercader
  • GALERÍA: Siete carteles únicos de conciertos históricos en España.

The Rolling Stones - 1982

En más de cuatro décadas de carrera, uno puede haber aprendido cualquier profesión hasta alcanzar el más alto grado de maestría. Si tu trabajo ha sido invitar a los Rolling Stones a Madrid o hacer que Bob Marley diera un concierto en la península antes de morir, tu carrera merece ser reconocida y contada.

Es el caso de Gay Mercader, pionero en la promoción de conciertos en nuestro país. Ahora, Vudumedia ha editado y recogido muchos de los carteles de los grandes eventos que organizó este amante de la música con el libro Tour posters 1971/2017, distribuido por el sello musical Satélite K.

Hablar con Mercader por teléfono –nos contesta desde su retiro "en el medio de la nada" en Girona– es embarcarse en un salvaje océano de anécdotas, comentarios y demás vicisitudes de la vida de alguien que se ha dedicado a la música en cuerpo y alma.

Casi cualquier respuesta vale como titular: "Para bien o para mal, soy responsable de que se haya creado, si es que existe, una industria musical aquí", destaca. "Antes estaban los agentes de Camilo Sesto o Raphael que contrataban conciertos en salas de fiestas, pero el concepto de alquilar un pabellón y meter a un artista internacional dentro no existía".

Comienzos subversivos

El promotor cuenta que llegó al mundo de la música cuando volvió a España de París en el 68, "después de haberle tirado piedras a la policía, ya venía bastante pasado de rosca" y al principio "era más excitante, más subversivo. Todavía vivía Franco y había muchos problemas y censura para conseguir que vinieran grupos a España".

En un mundo sin redes sociales ni grandes presupuestos en comunicación, el cartel cobraba una gran relevancia: "Era esencial para el éxito de un concierto", destaca Mercader. "Lo más importante que tiene que tener un cartel es que se pueda leer. Me acuerdo de que Bowie tenía uno precioso en una de sus giras, pero si pasabas no lo leías. Lo que hice fue poner fondo azul y letras amarillas, hasta un ciego lo ve".

Entre risas y recuerdos, el organizador de conciertos resalta que alguna vez tenían que imprimir el cartel con el mensaje Hay localidades: "Eso significaba que no habías vendido una mierda", confiesa.

Entre los pósteres que recuerda con más cariño, Mercader destaca el del concierto de Bob Marley & The Wailers en 1980, "que en Madrid lo prohibieron por subversivo. Dime tú a mí que tiene de subversivo que tanto el cantante como el público vayan colocados de marihuana", se pregunta. También alguno de The Rolling Stones, grupo con el que ha tenido una estrecha relación, sobre todo con su guitarrista Keith Richards.

A pesar de que en este libro no aparecen más letras que el prólogo del periodista Diego A. Manrique, Mercader no se plantea escribir una autobiografía: "Muchos de los artistas con los que tengo historias son amigos, no sería ni ético ni estético", confiesa. "Además, mi madre, que tiene 92 años pero está finísima, me retiraría la palabra".

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