‘Ara salvaje’: la lucha de un superviviente
MANUEL BESTILLEIRO
- La proyección tuvo lugar el viernes 29 de junio en la Sala Azcona de la Cineteca de Madrid.
- La productora 'Osole Visual' logró sacar su proyecto adelante gracias al apoyo de más de 300 personas.
El pasado viernes 29 fue proyectada en la Cineteca de Madrid Ara salvaje, el primer mediometraje de la productora 'Osole Visual', cuyas cabezas visibles son Isabel Santolaria y Martín Campoy. Frente a las puertas rojas de la Sala Azcona, decenas de personas guardan la oportunidad de ver la obra.
Ara salvaje habla de la lucha por la libertad. Por un lado, la del río Ara –el único río salvaje del Pirineo, situado en Huesca- y la de sus gentes, cuyas condiciones de vida se han visto alteradas en los últimos años. Por otro lado, la de Martín Campoy, que en 2014 se lanzó a completar 90 kilómetros de recorrido montado en su Mountain Bike. También habla del amor. De un amor entre personas y proyectado en la naturaleza.
Antes de que las luces de la sala se apagasen durante los siguientes 50 minutos, sus creadores y directores pronunciaron unas palabras en conjunto. "Aprendí a montar en bici antes que a hablar", arrancó en tono irónico Campoy. Mientras que Santolaria, mujer de altas latitudes, reconocía haber pasado en la montaña más tiempo del que podía recordar.
Una historia poco común
En 2005, Martín llegó por primera vez al Valle de Ordesa. Lo hacía con la decisión de que ese era el sitio en el que tenía que vivir y desde el que nos tenía que contar, con el apoyo de su mujer y amigos, una historia. "Queríamos hacer una película y la hicimos. Nos rodeamos de gente muy buena y comprometida con el proyecto", afirmaba a 20minutos.
El tema, dentro del ámbito deportivo, resulta poco común. Así como su planteamiento: el viaje como hilo conductor de otras historias que se ramifican. "Podríamos haber hecho algo más comercial, pero entonces no hubiéramos podido contar todas las cosas que hubiésemos querido", reconoce Isabel.
Apoyos y dificultades: el recorrido de la obra
A la obra no le han faltado apoyos desde que comenzara su rodaje en 2016. Desde "casi todas las administraciones locales, regionales y provinciales", como señala Isabel, hasta algunas marcas de colaboradores del territorio que, "aunque eran pequeñas, lograron darnos la oportunidad de avanzar en fases de la grabación", añade.
Aunque no solo se valieron del apoyo administrativo y de las marcas. Mediante una campaña de 'crowdfounding' consiguieron el mecenazgo de 303 personas y un total de 12.000 euros. Esto, en palabras de la propia Isabel, no solo "les dio liquidez económica", sino "mucha visibilidad".
La televisión ha sido el sustento que les otorgó más visibilidad. Hace justo un año hicieron su aparición en el cierre del telediario de la tarde de La 1. Lo hicieron en una pieza de minuto y medio que hablaba sobre el proyecto. También contaron con la promoción autonómica, ya que el pasado 12 de abril, cuando presentaron la película en el cine Palafox de Zaragoza ante 900 personas, "Aragón TV emitió más de 40 anuncios promocionales", afirma Isabel.
Y es que Ara salvaje no solo pertenece a sus creadores. También es de "la gente del territorio y de los más de 300 mecenas que han apoyado", recalcan ambos con orgullo.
Un proyecto de largo recorrido que no ha estado exento de dificultades. "Al ser nuestra primera producción, lo teníamos difícil a la hora de tocar otras puertas, ya que no teníamos otro material que mostrar", confesaba Martín.
La serie 'El sueño del pibe'
La producción audiovisual no queda reducida a la película. El sueño del pibe, que tiene su primer capítulo en el canal de YouTube 'Osole Visual', trata de una idea que tuvo su origen en el año 2015. "Queremos contar, en cápsulas de entre 3 y 5 minutos, historias relacionadas con la bicicleta, pero que hable de mucho más", anuncia Martín Campoy, protagonista de esta serie.
El eslogan escogido no es baladí: "Más que una serie de Mountain Bike". La bici como protagonista, pero sin descuidar otros temas que forman parte de la vida de los autores: el amor y respeto por la naturaleza, el relatar historias de la gente y el compromiso deportivo.