zaragozanos, zaragozanas,

que tengan ustedes unas felices fiestas

y que les vaya bien bonito !!!

aragoneses

y amigos de diferentes lugares

de españa y del resto del mundo que hoy

nos visitáis, con motivo de la celebración de las

fiestas del pilar. Tengo el orgullo de poder dirigirme a

vosotros desde esta plaza emblemática de la ciudad, para

invitaros y haceros partícipes del inicio de estas fiestas.

Los habitantes de Aragón siempre hemos atesorado fama por nuestra

hospitalidad, nobleza, tolerancia y amabilidad con el visitante. Es en estos

días, en los que todos y cada uno de nosotros nos convertimos en embajadores

de nuestra tierra, con el derecho y la responsabilidad que esto conlleva.

Recordaos también que el doce de octubre, a parte de ser el día de nuestra patrona,

también es el de la hispanidad, por lo que si me permitís, aprovecho la ocasión para

abrazar y recibir a nuestros hermanos de latinoamérica que tan bien nos trataron siempre.

Que no se nos olvide en momento alguno, que esta celebración, lo es a su vez de nuestra

cultura con mayúsculas y minúsculas, colocadas donde ustedes deseen, porque cultura

es nuestra gastronomia, como lo es el teatro, la música, la pintura y los pasacalles, porque

al igual que la literatura, la arquitectura o la historia; los gigantes y cabezudos, el vino, las

comparsas, el folklore, el circo, el deporte y las leyendas, también son parte indispensable

de nuestro legado, un legado que debemos cuidar, querer y compartir con el cariño y admiración

que merecen.

Entre nuestras virtudes, no siempre está el atender y considerar todas estas disciplinas en

su justa medida. Todos somos conscientes de la extrema situación que algunos de nuestros

mejores artistas a lo largo de la historia, sufrieron por la incomprensión e indiferencia con

que se les trató.

Quede bien claro que personalmente, y lo sabéis, estaré eternamente agradecido por

el trato que recibo cada día que paso en esta mi ciudad, pero que no soy buen ejemplo

y que son mayoría los que tienen que buscarse el pan fuera de nuestra tierra. El

ballet, la música clásica, escritores y cineastas no siempre reciben el apoyo

necesario, y nuestra obligación es, sin duda, instar a nuestros gobernantes

a que cumplan con su cometido, así como olvidar de una vez por todas

complejos inaceptables que dan la espalda a lo que en esencia somos.

Os quiero pedir desde este balcón del Ayuntamiento vuestra

participación y disfrute en los actos que componen las fiestas

de este año dos mil dos, porque independientemente

de quien elijamos en cada ocasión para elaborar

el cartel, las fiestas del pilar somos

todos nosotros.

enrique bunbury