- El estudio es un puro
torbellino. "Vamos a grabar otra toma -vocea Paco Loco-, pero tienes que
hacerla como si le cantaras al oído a una rana, cerquita, y me gusta que
cantes muy frágil, que te acerques y cantes un poco "sucio"...". Y Enrique
Bunbury, el aragonés errante, el músico de las mil caras, se acerca al
micrófono y, a ritmo de blues, entona una canción de su próximo disco:
"Jamás te recuerdo
porque nunca te olvido,
tu cuerpo fue la guarida
favorita de mi cuerpo...". .
Bunbury lleva casi dos meses sumergido en la grabación de su próximo
disco. Con paciencia casi benedictina. Canta dos veces un tema, descansa
diez minutos, vuelve a interpretarlo otras dos veces... y así hasta que
todo queda a su gusto. "Me acuesto a las 11 de la noche, me levanto a las
9 de la mañana. Comemos aquí, cenamos aquí; el sitio es bonito, no es
ninguna mina", asegura. Está en El Puerto de Santa María, Cádiz, y trabaja
en el estudio de Paco Loco (Francisco Martínez), en la urbanización
Cantarranas.
Bunbury ha grabado sus últimos discos en los estudios Music Land de
Figueras (Gerona) y, si ahora se ha decantado por Andalucía, se debe tanto
a razones personales (la bondad del clima) como profesionales. Para este
nuevo viaje musical Bunbury se ha buscado un compañero de travesía, Nacho
Vegas, un cantautor del siglo XXI con canciones contundentes como un
crochet de izquierda. Y Vegas conoce bien a Paco Loco: ambos son
asturianos y ya han trabajado juntos.
"Hay gente que no cambia en la puta vida -subraya Bunbury-. Yo me
pregunto: `¿Me gusta la misma música que hace 25 años?´. No. Entonces,
¿por qué voy a hacer el mismo disco otra vez? Busco cosas nuevas, claro,
pero no aspiro al cambio por el cambio. He sido así desde que cogí por
primera vez una guitarra".
El estudio de grabación de El Puerto de Santa María echa humo todo el año.
Dicen que ofrece la mejor relación calidad/precio de todo el país. Allí
han grabado desde Carrots a Hermanos Dalton, pasando por Los Nervios,
Señor Chinarro, o los aragoneses Big City o La Costa Brava. Pero el
estudio ofrece mucho más. Paco Loco ha creado un ambiente especial.
El estudio se ubica en una tranquila urbanización de El Puerto de
Santamaría, frente a un prado en el que pastan vacas y caballos. (...) Ya
lo dice Paco Loco, "aquí hay gente que viene a grabar, y luego están los
de la familia". Entre ellos, Nacho Vegas, que vive pasajeramente allí. Y
también vive el técnico de sonido aragonés Javier Estrada, un genio
meticuloso en el que Bunbury confía desde que inició su carrera en
solitario. Enrique rompió con todo en agosto pasado, incluso disolvió El
Huracán Ambulante, pero ha mantenido parte de su equipo habitual.
En el chalé se respiran una calma y un silencio casi budistas.
...
El nuevo proyecto
El estudio de grabación tiene dos estancias. Una es casi un quirófano del
sonido. Aséptica y funcional, allí es donde mana la música. La otra, donde
está la mesa de mezclas y el equipo, es el ecosistema de Paco Loco. Y
tiene un punto bohemio: un sofá de tres plazas, algunos sillones, una
guitarra eléctrica Fender Jaguar que tarde o temprano puntean todos los
que pasan por allí... Bunbury no revela mucho de su nuevo proyecto: es un
doble cedé, con un total de 20 canciones. Él y Nacho Vegas han aportado
ocho temas cada uno, y los cuatro restantes son hijos de la colaboración,
en distinto grado y medida. "El resultado es muy natural -subraya el
aragonés-. Hay canciones de Nacho y canciones mías, pero ambos nos hemos
concentrado en buscar un territorio común, y es en ese espacio donde se
mueve todo el disco. No me importa que una canción sea esclava de su
tiempo si hay gente que ve su corazón reflejado en ella. En este disco hay
canciones que hablan de cosas intemporales y otras que tocan temas
actuales. Se habla de amor, de sexo, de desgarro. Incluso hay canciones
optimistas. Pocas... Bueno, sólo una". Y añade: "Musicalmente es un disco
orgánico, que vive en una sencillez compleja. Es el mejor de mi vida. Lo
voy a decir con la boca pequeña, pero lo creo de verdad. Siempre he
pensado que mi último disco era el mejor; si no, no lo hubiera grabado".
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