Bunbury anuncia la publicación de su nuevo disco en directo Gran Rex
Suena en vinilo el último disco de Enrique Bunbury. Las notas se suceden despacio y así, cargada de aparente simplicidad, la pregunta se descuelga en el ambiente. Se trata de la frase que abre El Boxeado una de sus más acertadas composiciones en clave de mensaje introspectivo. La melodía avanza y con las primeras palabras aún en el aire, cada uno tratará de buscar sus propias respuestas; en el caso de Enrique las cartas están sobre la mesa: echamos la vista atrás a su último año de trayectoria profesional y la visión difícilmente podría ser más halagüeña.
Desde que en Febrero de 2010 Enrique publicara Las Consecuencias: aplausos y buenas críticas no han hecho si no subrayar el bagaje artístico de un músico que, sabiendo lo que quiere, se renueva en cada asalto.
Mejor disco del año, cuasi interminable Tour internacional y escala en Estados Unidos con inmejorables resultados. Después de dos exitosas giras al frente de su nueva banda, para Enrique Bunbury Los Santos Inocentes ha llegado el momento de reflejar su pulida puesta en escena a través de una nueva grabación que resista los embistes del tiempo. El 29 de Marzo y bajo el título de «Gran Rex», un nuevo álbum plasmará en doble CD y triple vinilo lo que más de 9.000 bonaerenses ya pudieron disfrutar en vivo: un total 24 canciones y más de dos horas y media de magnífica intensidad musical.
Producido por el propio Bunbury y grabado por Alberto Tellechea y Javier “Chinas” Estrada en el Teatro Gran Rex de Buenos Aires durante los días 3, 4 y 5 del Noviembre pasado, este nuevo proyecto viene a cerrar con broche de oro todo un año de esfuerzo, trabajo y savoir-faire encima del escenario.
Jordi Mena y Álvaro Suite responden con estilo y fuerza renovada en sus guitarras mientras la veteranía y aplome en la pegada rítmica de Ramón Gacías, los colores y ambientes en las teclas de Jorge Rebenaque y las elegantes líneas de bajo de Robert Castellanos ostienen de principio a fin esta cuidada obra. Y es que sólo con el apoyo de una banda rodada y confidente pueden nacer proyectos de semejante envergadura. Exquisitas revisitaciones dotadas de la fuerza interpretativa a la que estamos acostumbrados, vestidas para la ocasión con una nueva perspectiva algo más clásica; aspecto que sorprende en un primer momento para justo después engancharte a cada matiz.
Un directo que respira por sí sólo y en el que se agradece significativamente la nitidez en el sonido y el envolvente espacio ambiental de interacción constante con la platea. Silbidos, ovaciones, y un murmullo generalizado que sitúa perfectamente al oyente en un contexto de aforo entregado, llegando a puntos álgidos y de gran emotividad en temas como Lady Blue, El Rescate.
Grandes dosis de novedad y acertadas versiones de clásicos mutados como «Sólo si me perdonas», acelerada en torno a un actualizado y frenético nuevo ritmo; la elegante templanza de Alicia o un infinito que sin olvidarse de su identidad cabaret, se acerca con mucho estilo a géneros negros de base blues e influencias atemporales.
Canciones que han dado la vuelta al mundo y se presentan ahora en formato directo alimentando las credenciales de un hombre que, fiel a su estilo honesto de hacer las cosas, sigue jugándose el todo por el todo.
«Gran Rex» llega al mercado un año después del lanzamiento del sexto álbum de estudio de Enrique Bunbury cerrando así un ciclo vital y musical que no ha cosechado sino exactamente lo merecido. Las lógicas consecuencias de su propio trabajo: respeto y reconocimiento, una vez más.
Paloma Marín
Periodista
GRAN REX, GRAN BUNBURY.
En un mundo propenso a enaltecer personas para luego derrumbarlas mejor, es alentador comprobar que Enrique Bunbury no solo ha superado los más variopintos intentos de acoso y derribo, sino que está mejor que nunca. Sobrevivir al éxito impresionante de un gran grupo como Los Héroes del Silencio y reinventarse en una industria que detesta los cambios, sobretodo si la fórmula funciona, no es tarea fácil. Es más, en 39 años de promotor de conciertos he visto más fracasos estrepitosos que éxitos rotundos en este apartado.
Enrique es un voraz devorador de música, con unos gustos de lo más ecléctico, de Bambino a Bob Dylan, pasando por Dr. John o Karen Dalton. Me fascina su tendencia a escoger siempre el camino más difícil, pero lo que me sigue sorprendiendo es como este hombre tranquilo, buen conversador, cáustico, irónico, amigo de sus amigos, se transforma de repente en un animal escénico en cuanto pisa las tablas. En unas imágenes de este concierto en el Gran Rex, se le ve disfrutar como un loco, da rienda suelta al histrión que lleva dentro, y lo mejor de todo es que ves la gente entregadísima. Recuerdo que Mick Jagger decía “cuanto mejor es el público, mejor es el concierto”, pues el del Gran Rex debía ser buenísimo porque el concierto es excelente.
Como dice Enrique en El Extranjero “me siento en mi casa en América” y este disco es la prueba palpable de ello.
Gay Mercader.
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