Entrevista con Juanes
El cantante colombiano Juanes (1972) vive en el centro de un huracán político musical desde que anunció que encabezaría el 20 de septiembre en La Habana un concierto que, junto al español Miguel Bosé, ha titulado Paz sin Fronteras. En realidad es el último de una serie de recitales que comenzó ante cien mil personas en marzo de 2008 Cúcuta (Colombia) para terciar en un rifirrafe diplomático entre Colombia, Ecuador y Venezuela. El exilio cubano en Miami se rebela contra lo que consideran un intolerable gesto de legitimación castrista. Sus detractores queman discos de Juanes en las calles. Y el artista denuncia agresiones contra él y su mujer, embarazada de ocho meses; graba una canción sobre Cuba para su próximo trabajo y sigue prometiendo un «concierto blanco«: «Vamos a tocar por la paz y por el amor», explicó anoche por teléfono desde su casa en Miami.
Pregunta. Defina qué es un concierto blanco. ¿No peca de ingenuo?
Respuesta. No veo qué tiene de malo. Hemos montado un concierto sin colores políticos. Es en la plaza de la Revolución, un sitio complejo, sin duda. Un gran símbolo que unos adoran y otros aborrecen. Sigo convencido de que el arte tiene un papel en la construcción de la paz. Y el problema que nosotros planteamos no es cubano, sino humano. A mí no me interesa el gobierno de Cuba. Me interesan las personas, los jóvenes…
P. ¿Esperaban la bronca?
R. Desde el primer momento. Vivo en Miami desde hace mucho tiempo. Y así lo estamos asumiendo.
P. Buscaban la confrontación…
R. En ningún caso. ¿Qué problema le ve a tocar en La Habana un concierto? Yo, ninguno. Es un país de 11 millones de personas que está aislado por razones políticas, históricas. Y eso no puede seguir así. Decidimos movilizar a un grupo de artistas, fuimos a Washington, nos entrevistamos con Hillary Clinton y nos dijeron que les parecía maravilloso. En Cuba también estaban de acuerdo. Comenzamos a armar el equipo y algunos de los artistas que se sumaron al principio después dieron un paso atrás, por las razones que fueran…
P. Enrique Iglesias, Ricky Martin… ¿Les reprocha su decisión?
R. Lo respeto. Vivo en Miami, sé cómo es esto.
P. ¿Cómo es el exilio de Miami?
R. Hay tres generaciones, la joven, la intermedia y la del primer exilio. No es todo el exilio el que está en contra, es sólo un sector. Y el más radical no está en contra de Miguel [Bosé] ni de Juanes, sino de cualquier actividad con Cuba. Y yo digo, dejemos a un lado el tema político. Estoy harto de preguntar a la gente si es musulmana, gay, cubana o venezolana.
P. Se asume que usted apoya al régimen de Álvaro Uribe…
R. Se me ha acusado de apoyar a Uribe y ahora de ser guerrillero. Creo que Uribe es un presidente históricamente necesario. Y le estoy agradecido como colombiano.
P. ¿Y castrista?
R. No estoy ni con Castro ni con Uribe. Cuba es un país de personas. ¿Por qué puedo ir a España y no cantarle a su presidente y si voy a Cuba estoy cantando a Castro? Como ustedes han sufrido a ETA, los colombianos hemos padecido a las FARC. Yo he perdido amigos. Cualquier puerta a la que llame en Medellín esconde una historia de violencia. En mi país hay libertad, pero no paz. Me critican que canto por la paz en La Habana, cuando no hay libertad… Hay que mirar más allá… Déjennos cantar.
P. Habla de ataques, de agresiones… ¿Los sufre?
R. Están continuamente criticando en la televisión. Pero también sales a la calle y la gente te anima. Muchos sienten Cuba como una isla encerrada en la que no entra aire. Ese aire tiene que entrar con la música. Entiendo que el dolor del exilio es muy tenaz. No puede meterse uno a discutirlo. Créame que lo respetamos. Pero hay que hacer algo con el futuro de la isla. Y si no somos nosotros vendrá alguien y lo hará. Mañana, pasado…
P. ¿Merecían sus discos acabar a martillazos?
R. Lo que me deja más triste es ver el dolor que ellos tienen. Mi intención es positiva, aunque genere tanto odio, tanta rabia. Pero si sirve para que se desahoguen, que los rompan. Miami y Cuba son como dos hermanos que se detestan profundamente.
P. ¿Habrían dejado la ciudad si no fuese peligroso viajar para el embarazo de su mujer?
R. A mí todo esto me pone nervioso, pero también me da fuerza para seguir. Y ella me apoya.
P. ¿Cuenta con garantías de que el concierto no será instrumentalizado por el régimen?
R. Estamos en eso. Hay gente en La Habana negociando el cartel, que haya un equilibrio de artistas afectos y desafectos. Está Silvio Rodríguez… Buscamos un elenco tranquilo.
P. ¿Estará Gorki Águila, rockero encarcelado por el castrismo?
R. Estamos intentándolo.
P. ¿Espera vender menos discos después de esto? ¿O más?
R. No me importa. Hay cosas que uno hace porque las siente.
Lamento que una idea tan hermosa como la de cantarle a la paz sin pedir nada a cambio halla despertado tan bajas pasiones entre los que solo ven la arista política del conflicto Cuba-Estados Unidos.
Por mi parte, reverencio la valentía de Juanes, no por cantar en Cuba que a fin de cuentas es una plaza cultural como cualquier otra (incluso mejor en algunos aspectos), sino por mantener su decisión a pesar de la histeria desatada en Miami.
Ahh, y por favor, que valoren bien la invitación a Gorky, es la viva estampa de la anticultura. Ese muchacho debe agradecerle a Castro por haberlo convertido en alguien famoso. Sin la política, Gorky no aguantaría un titular en ningún periódico: no canta bien y tampoco compone un texto que valga la pena. Si no me creen, pongan su nombre en youtube y verán
Juanes soy cubano y aunque estoy 100% en contra de ese regimen que nos ha hecho padecer tanto, apoyo tu decision de ir a mi pais, pues creo que hay dos cosas que pueden pasar contigo. O convertirte en un embajador de la libertad de Cuba o en un perpetuador de un sistema que ha limitado todo expresion de libertad humana. Tengo fe que te iras por lo primero…